El último alojamiento donde he estado fue un hostal en Lausana, Suiza. Se encuentra cerca de la estación de tren, una ventaja porque Lausana es una hora en tren desde Ginebra y quise irla por un día de mi viaje. Necesité caminar arriba una colina y no tuvo acceso para minusválidos pero para mí no fue un problema. Una ventaja en este alojamiento fue una conexión a Internet, pero necesitó pagar a usar las ordenadoras. También, tuvo una cocina equipada y calefacción. No cuenta con ascensor o piscina. Fue beneficial que admitió tarjetas de crédito porque no tuve dinero en efectivo para toda la cuesta. Las camas son cómodas y las duchas son limpias pero necesité pagar para una toalla. En total, el hostal fue mejor que otros alojamientos pero costó más también. La vista de la ventana en mi cuarto fue fenomenal porque pude ver las montañas.